La presencia de la cultura popular en la provincia se manifiesta en una variada muestra de fiestas y costumbres, a la que se suma una gastronomía ligada muchas veces al calendario festivo.
Comienza el invierno con las fiestas de máscaras y disfraces, de origen ancestral, en las que personajes grotescos, ataviados con vestidos estrafalarios de colores, corren por las calles saltando, persiguiendo o haciendo bromas a las gentes y repitiendo una antigua tradición. Son los denominados Tafarrón, Zangarrón o Carochos -según los pueblos- y se puede disfrutar de estas fiestas en varios municipios de la provincia. Más información en Máscara Ibérica y en Patrimonio Cultural - Mascaradas.
Tras ellos llegan los carnavales, con especial presencia en Toro, o los más tradicionales de Villanueva de Valrojo.
Las romerías populares son abundantes y variadas y se concentran en la primavera y el otoño. Destacan la de La Luz,en Moveros que se celebra el último domingo de abril en una ermita ubicada en la línea fronteriza entre España y Portugal, o la de los Pendones de Fariza, el primer domingo de junio en plenos Arribes del Duero. También y con aire sanabrés y un poco gallego (no faltan gaitas y "pulpeiras") hay que citar las romerías de: Donado, el primer domingo de septiembre. El día 8 de ese mismo mes la Alcobilla en Rábano y el último domingo de septiembre la romería de la Tuiza en Lubián y la de los Remedios en Otero de Sanabria el primer domingo de octubre.
Los festejos taurinos no faltan en la provincia y comienzan en junio con el toro enmaromao de Benavente la víspera del Corpus; los espantes de toros en Fuentesaúco el primer fin de semana de julio, o las corridas de toros de San Pedro (29 de junio) en la capital, con las tradicionales ferias del Ajo y la Cerámica. En Toro se celebran en agosto las fiestas de San Agustín, con festejos taurinos en su magnífica plaza de toros, uno de los cosos más antiguos de España (1828). Villalpando, cuenta también con uno de los encierros mas antiguos del país y lo mismo Fermoselle, pero son muchos los pueblos que mantienen viva esta tradición.
La Semana Santa zamorana, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, es una de las más conocidas de España, con un carácter muy propio respaldado por su gran tradición que se remonta al siglo XIV. Se trata de la fiesta mayor de la ciudad y en ella destaca la puesta en escena de sus desfiles procesionales, austeros y expresivos, junto a la religiosidad con que se vive y la belleza de los recorridos por las calles del casco urbano antiguo. Más información en: Turismo de Zamora , Turismo Sostenible y Semana Santa Zamora.
En la provincia, la Semana Santa de Bercianos de Aliste representa una de las muestras más sobrias y emotivas, especialmente el viernes santo por la tarde, cuando los vecinos se congregan junto a la iglesia para desclavar un crucificado y llevarlo en procesión entonando un popular miserere, y ataviados con túnicas y caperuz blanco que serán su mortaja, y también con la tradicional capa alistana.